Las obras de Santiago Calatrava son una representación de la ingeniería (estructural) como arte útil (diseño espacial).
Sus obras son sobresalientes en primer término, por la invención y elaboración de componentes arquitectónicos sin precedentes con los que revitalizar la decadencia sintáctica de la arquitectura contemporánea; en segundo lugar, por la expansión de los encargos de ingeniería hasta convertir los artefactos técnicos en "formas locales" concebidas como intervenciones monumentales con las que utilizar las posibilidades topográficas y operativas que posee el tejido urbano existente
Calatrava inventa elementos singulares de hormigón prefabricados o hechos en obra, que a menudo combina prudentemente con componentes metálicos de poco peso, sin que predomine ninguno de ellos ni exista tentativa alguna de desbordar los límites del problema
Las estructuras tienen la suerte de "inflexión" estática de último momento que las deja en estado de mágica suspensión (mediante los cables tensores, los cuales en ocasiones los oculta y en otros se exponen pero por su "delgadez desaparece de la visual del espectador -debido a las grandes dimensiones de la obra). Los elementos constructivos están articulados en sistemas sustentantes y en sistemas de cerramiento espacial.
Sigue la idea de Maillart: "las fuerzas siguen a la elección de la forma", pero la forma está muy marcada por las ideas de Gaudí (estos serian los polos ingeniero/arquitecto que marcarían a Calatrava)
Puede afirmarse que el objetivo de todas las obras de Calatrava se centra en la escultura; poseen una anatomía esencial y ofrece una resistencia al entorno que coloca en un reino independiente. Son hechos plásticos. La ciudad y sus alrededores, están al margen de los procesos formales perfeccionados por Calatrava. Por lo tanto se puede decir que sus obras se encuadran en el ámbito de la construcción de fachadas y en el diseño ingenieril.
La estructura y la textura, las dos características principales de su obra, muestran el binomio epidermis-esqueleto en que descansa la ideología que practica.
Marcado juego de luces tanto de dia como, especialmente, de noche; les confiere de esta manera una plasticidad tridimensional a sus obras, dándole un efecto escultórico
Al utilizar elementos modernos y hi-tech (hormigon armado, vidrio, metal, fibra de vidrio, etc.) con elementos arquitectónicos/ingenieriles del pasado, logra crear una unión entre la ciudad vieja (histórica) y la ciudad nueva (contemporánea, cambiante/mutante) con líneas simples y mostrando una estabilidad y tensión hasta un punto casi de exageración. De esta forma, quiere generar un punto distintivo dentro de la ciudad sin la intensión de seguir las líneas de la ciudad ya creada, sino todo lo contrario. Con formas plásticas y puras de dimensiones monumentales, quiere resaltar hasta un punto que parece querer inspirar al transeúnte que circula por dichas obras, las cuales la mayoría está en contacto, directa o indirectamente, con los mismos. Son obras sociales lo que él crea debido a que la mayoría de ellas son de dominio público o se encuentran a la vista (forman parte de fachadas).
Calatrava no es un arquitecto convencional… alguien que se limite a solucionar los problemas técnicos, a organizar racionalmente los programas, buscando sencillamente la eficacia y la economía de medios. Por el contrario, lo mejor es considerar que es un artista, un artista cuyo medio es la ingeniería y cuyo verdadero trabajo es crear unas estructuras expresivas que embellezcan y realcen las ciudades o los lugares en lo que se encuentren. Aunque dice aferrarse a la disponibilidad de los materiales de la zona y del presupuesto, parece que se basa más en este último (crítica propia).
Los puentes y las torres están estrechamente relacionados con sus dibujos del cuerpo humano y con sus esculturas de formas geométricas inspiradas en el dinamismo del movimiento y de la tensión. Para proyectar, se basa principalmente en la escultura antes que la maqueta ya que le da sustento a sus ideas/estudios artísticos. Se justifica por la gran libertad de creación que hay hoy en día dada por los arquitectos-artistas o toda la arquitectura que se encuentra en el arte. Por lo tanto usa la ingeniería como un instrumento para poder llevar adelante la materialización de sus ideas.
Según Sigfried Giedion (en su obra “Espacio, tiempo y arquitectura”): “el advenimiento del ingeniero especialista con una mayor rapidez en el manejo de los elementos industrializados amenazó la posición privilegiada del arquitecto y sentó las bases para los desarrollos actuales. El ingeniero del siglo XIX asumió inconscientemente el papel de guía de esos nuevos elementos que facilitó continuamente el arquitecto. Desarrolló formas anónimas y universales al mismo tiempo”. Giedion reconstruye el debate en torno al papel del ingeniero donde cita: “1877: en aquel año, el problema fue llevado a la Academia, la cual ofreció un premio al mejor trabajo que versara sobre “la unión o la separación del ingeniero y del arquitecto”. Davioud, uno de los arquitectos que proyectaron el Trocadéro, se llevó el premio con esta respuesta: “El acorde no legará nunca a ser real, completo y fructífero hasta el día en que el ingeniero, el artista y el hombre de ciencia estén fundidos en una misma persona. Durante mucho tiempo hemos vivido dominados por la disparatada idea de que el arte era una forma de actividad distinta de todas las restantes actividades de la inteligencia humana, teniendo su única fuente y origen en la personalidad del propio artista y, en ella, su caprichosa fantasía”. Según esto, Calatrava parece materializar los requerimientos del arquitecto francés de armonizar la ingeniería y la arquitectura.
Calatrava dice:”Hoy en día, pienso que una de las tareas más importantes es reconsiderar la periferia de las ciudades. Muy frecuentemente, las obras públicas de esas áreas son puramente funcionales; sin embargo, incluso cerca de las vías del ferrocarril o cuando franquean ríos contaminados, los puentes pueden causar un efecto extraordinariamente positivo. Creando el entorno apropiado, pueden tener un impacto simbólico con consecuencias que van mucho más allá de la localización inmediata”.
Por lo tanto con esto se puede llegar a la conclusión que no es tan importante el entorno ya que “mi” obra puede funcionar como conector o divisor pero siempre será un hito del lugar. ¿Se aprovecha de la falta de belleza o lugar simbólico en el lugar para colocar su obra y que las sucesivas obras que luego vendrán se amolden a ella? (esto es pensamiento crítico mío gente) .
Calatrava dice:”En realidad, lo que estaba buscando es lo que yo denomino “dialéctica de la transgresión”, que se basa en el lenguaje formal de las fuerzas estructurales. En Stadelhofen, por ejemplo, hay una serie de pilares inclinados. Aunque parezca una solución estética, se deben realmente a una necesidad estructural. Naturalmente había diversas soluciones para este tipo de soporte; por ejemplo, habría podido diseñar simples cilindros, pero preferí articularlos como los dedos de una mano. Aquí es donde la cuestión de la metáfora gana interés.¿Qué mejor modo de expresar esta función de los pilares que colocándolos de un modo que recuerden el gesto físico de sostener?”
Calatrava dice:”Yo sólo soy un mero arquitecto, no soy ni un artista ni nadie que desee desencadenar una revolución. Resulta extremadamente interesante que Víctor Hugo, en Notre-Dame de París, compare la catedral con un monstruo prehistórico. El hecho de que posiblemente fuera un excelente conocedor de la arquitectura, además de un escrupuloso escritor, no le impidió emplear esa insólita metáfora para describir la Catedral de Notre-Dame. Honradamente yo no busco metáforas, ni tampoco pensé, en un pájaro, sino en los estudios previos que a veces pretenciosamente llamo esculturas” (relacionada a la supuesta “ave prehistórica” que tiene la estación Sataolas, cuando en realidad su estudio se basaba en el ojo y el párpado). Uno de los términos preferidos por Santiago Calatrava es el de “transgresión”, concepto de definición propia que implica un estudio cuidadoso y conocimientos prácticos aplicados al deseo de crear formas sorprendentes.
¿Con esto se justifica sus raíces artísticas y su apoyo en la ingeniería para la materialización arquitectónica de sus obras?
Según Calatrava hay que redescubrir el potencial que tienen los puentes (con la idea de sobrepasar los ideales de hace unos años atrás, en tiempos de posguerra: simple y económico). El menciona ejemplos de ciudades europeas como Florencia, Venecia o París para destacar el hecho de que los puentes de siglos pasados desempeñaron un papel clave para crear la imagen de esas ciudades: por su utilidad, sí, pero también por su permanencia. “El puente es más eficaz porque es accesible para todos. Incluso una persona iletrada puede disfrutar de un puente. Un único gesto transforma la naturaleza y crea orden. Más eficaz, imposible”
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