martes, 19 de abril de 2011

Ville Savoye LeCorbusier



Introducción

La contribución de Charles-Edouard Jeanneret, llamado Le Corbusier (1887-1965) al racionalismo, estriba en su relación con la vanguardia (es el creador, junto con Ozenfant, del Purismo, con el manifiesto Après le Cubisme, redactado en 1918), en el planteamiento del tema del estándar, que responde a motivos de eficacia, de precisión, orden y, por tanto, de belleza, y en su formulación de la vivienda mínima: "Es necesario actuar contra la vivienda antigua, que empleaba mal el espacio. Hace falta considerar la vivienda como una máquina para habitar o como un objeto útil". En 1926 formula sus famosos "cinco puntos para una nueva arquitectura" que reflejan la exigencia de codificar el propio lenguaje.
Son:

1. La casa sobre pilotis para que el suelo quede libre como un jardín
2. El techo-jardín para que, en lugar de cubiertas inclinadas, las terrazas sean otro jardín más.
3. El plano libre, no rígidamente distribuido por tabiques fijos.
4. La ventana continua, desarrollada en horizontal
5. La fachada libre, es decir, independiente de la estructura portante

Posteriormente formuló tres nuevos principios teórico-prácticos:

1. El Modulor, especie de módulo constructivo, medida universal y armónica, aplicable a la arquitectura y a la mecánica, que parte de las dimensiones de la figura humana (medida de pie y con el brazo levantado) y de sus relaciones con el espacio del ambiente doméstico y urbano
2. La Grille Ciam (1947-49), o sea, la creación de un esquema geométrico, para la realización de planes de ordenación urbana
3. La Synthèse des arts majeurs, o sea la voluntad de reunificar las tres artes plásticas (pintura, escultura, arquitectura), a partir del proyecto con la intervención directa de los diversos artistas directamente en la obra

Gracias a la tecnología moderna y al hormigón armado es posible sostener una construcción mediante pilares muy delgados, realizar una cubierta plana capaz de soportar el peso de la nieve, disponer una planta libre de gruesos muros estructurales, abrir ventanas de la longitud deseada, puesto que el muro de la fachada ya no es portante, sino que apoya en voladizos de los forjados; este último principio constructivo permite disponer de una fachada completamente libre de elementos verticales de soporte.

En la Carta de Atenas que, redactada por él, expresa los resultados del Congreso CIAM, de 1933, y que puede considerarse como un verdadero código de la orientación arquitectónica y urbanística del racionalismo, insistía en las cuatro funciones de la urbanística: habitar, trabajar, desplazarse, educarse.

La villa Savoye, uno de los puntales del racionalismo arquitectónico europeo, "es un paralelepípedo blanco suspendido en el aire por unos ágiles pilares, y apoyado en un cuerpo más pequeño que él, oscuro y casi hueco a causa del efecto de las cristaleras. El cuerpo superior está aligerado por las ventanas continuas que lo dividen en franjas paralelas desiguales pero proporcionales" (G.C. Argan, ob. cit., pág. 468). Se trata de una obra en que Le Corbusier aplica íntegramente sus cinco puntos.

"Morfológicamente, la planta de la casa surge de una malla cuadrada de pilotis distanciados 4,75 metros; deriva dimensionalmente del radio de giro de un automóvil que, penetrando en la malla, gira introduciéndose en el espacio destinado a garaje. Por tanto, nos encontramos en presencia de dos motivos, por así decirlo, arquetípicos de Le Corbusier: el caracol y el cuadrado, que aparecen en el fondo de otras muchas de sus obras. En la zona de planta baja, que tiene una pared curva, hay un garaje, y existen además unas habitaciones para el servicio y un vestíbulo, del que parten una escalera y una rampa, dispuesta ésta a lo largo del eje de la planta y que representa la columna vertebral de toda la construcción. La vivienda se sitúa en tres de los lados del piso superior, constando de un gran salón y de tres dormitorios con servicios, y el cuarto lado, que comprende desde la fachada hasta la espina central de la rampa, está ocupado por una gran terraza, a la que corresponde un vacío en el forjado de la planta superior. Refiriéndose a esta terraza, Le Corbusier afirma: 'el verdadero jardín de la casa no estará en el suelo, sino elevado tres metros y medio: éste será el jardín colgante, donde la tierra es seca y sana, y desde donde podrá contemplarse todo el paisaje, mucho mejor que desde abajo'. Desde esta terraza-jardín, y siguiendo la rampa, se accede al plano de cubierta de la casa, en donde se encuentran los cuerpos curvilíneos del solarium y de la caja de la escalera; hay dos vacíos que corresponden, respectivamente, a la terraza ya descrita y a otra más pequeña que existe también en el piso inferior, al lado de la cocina, y está además el final de la rampa central." (De Fusco, ob. cit. pág. 337-338)

"El plano moderno de la construcción en acero u hormigón, es decir postes aislados y tabiques a discreción, es ahora un plano libre. Ya no se trata de muros que se cruzan en ángulo recto, formando piezas cuadradas que una puerta cierra y una ventana abre. Ahora, el local es como un continente que puede ser tabicado y eso ya no da lugar a la pieza que se llama sala de estar, comedor, etc., sino que da complejos de forma. En esas condiciones, por economía, gracias a una ubicación precisa, a una ubicación hábil de los tabiques, de las circulaciones y de las puertas, gracias a la altura de las piezas y al color, se puede aportar una variedad extraordinaria y superar obstáculos impuestos por la biología de nuestra concepción." [Le Corbusier]

"Le Corbusier puso la casa en la hierba como quien deja un objeto, sin estropear nada"; y la proyectó como una serie de niveles paralelos al suelo para dar, desde el exterior, la sensación de un volumen vacío y articulado. Puesto que la vivienda está en el piso superior, el jardín está a su nivel, suspendido a tres metros y medio del suelo. La cobertura del edificio se utiliza como solarium, con paredes de protección curvadas sobre las cuales la luz tiene modulaciones de claroscuro." (G.C. Argan, ob. cit., pág 468)

La aparente sensación de sencillez y esquematismo desaparece al observar que las cuatro fachadas no son todas iguales, que los elementos que coronan el edificio tienen una situación asimétrica, que cada perspectiva de las fachadas es diferente de las otras, que la fachada correspondiente a la terraza-jardín es similar a las restantes, lo que va claramente en contra del principio funcionalista de que el exterior debe reflejar fielmente el interior.

Ficha técnica

Ville Savoye:

Propietarios: Pierre y Emilie Savoye.

Arquitectos: Le Corbusier (41) y Pierre Jeanneret (32).

Lugar: Poissy (25 km. al oeste de París).

Años de construcción: 1928 – 1931.

Sistema constructivo: Estructura de pilares y vigas en hormigón armado vaciado sobre trama cuadrada de módulos de 4.75 x 4.75 mts;

albañilería de bloques de mortero de 16 cm. y ladrillo de 5 cm. en muros y antepechos; y cerramientos acristalados en bastidores de madera y

marco de acero (posteriormente reemplazados por aluminio).

Programa: Residencia fin de semana.

Superficies: Terreno 7 há (original); 1 há (actualidad); edificio principal: 408 m2; casa del jardinero: 40 m2.

Costos de 1931: Fr. 900.000.-
































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